En el escudo del Reino Nazarí al que perteneció el granadino barrio del Albaicín, desde hace cientos de años se lee la máxima “Dios siempre vence”. Ahora los símbolos que identificaban al reinado han transmutado en un llamativo reclamo universal que se ilumina al anochecer, manchando los brillos antiguos característicos de este singular lugar: la cal blanca de sus muros y el de sus oscuros rincones.
Cuando los pobladores que forjaron este mundo onírico fueron obligados a abandonar sus casas y a sufrir la pesadillesca diáspora, la identidad de este ínclito arrabal quedo en la mano de los otros dioses, noctívagos vencedores de gran apetito y corazón delator.
Desde que fue declarado Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO hace 25 años, las neo deidades del turismo y la especulación urbanística recibieron un culto prioritario, propiciando la conversión del barrio en un parque temático, domesticado y desmemoriado.
Después de esa nueva reconquista, a las calles del Albaicín no llega el alba, no hay fin de la noche en el barrio más antiguo de Granada. Y la noche siempre vence. Y los cipreses lo saben. Y, como devotos penitentes se elevan al cielo, implorando al Dios originario que vuelva y venza.
Exposición «La noche siempre vence» Fomentarte Gallery – Zapadores Ciudad del Arte
18 de Mayo de 2019. Madrid
